Cuando cae la noche salimos de nuestras casas y empezamos nuestra jornada.
Cuando las sombras empiezan a acechar salgo de mi escondite, me paso todo el día durmiendo o escondido pero necesito comer y al abrigo de la noche salgo a alimentarme.
La noche me ayuda pues mis depredadores tienen más difícil encontrarme ya que la oscuridad me ayuda.
Pero también tengo herramientas que me ayudan, mi visión nocturna la tengo muy desarrollada para estar en ambientes de poca luz. También mis oídos están perfeccionados pues en el silencio de la noche tengo que oír muy bien y así ponerme a salvo, y si esto falla, mi olfato también me protege.
La fauna nocturna es variada hay depredadores y presas, y entre ellos se libra una batalla para ver quien vuelve a casa por el día con la barriga llena y a salvo.